El padre Paul Bossi es el pastor de la Iglesia Católica Romana del Santísimo Sacramento en Buffalo, Nueva York. Ha estado involucrado en la organización desde la década de 1970 y con VOICE-Buffalo desde mediados de la década de 1990. Ha sido clérigo durante 47 años.
¿Cúal es su relación actual con Gamaliel?
Estoy en el Comité Ejecutivo de VOICE-Buffalo y soy el pastor de la Iglesia Católica Romana del Santísimo Sacramento.
¿Cómo se involucró con Gamaliel?
Cuando comenzó VOICE-Buffalo, buscábamos una organización como Gamaliel que nos ayudara a organizarnos y también a encontrar un organizador. Me involucré en 1994-1995, y después de ser transferido a una iglesia diferente, volví a involucrarme en 1997 hasta el presente.
¿Cuáles son algunos de sus logros recientes?
Uno de nuestros esfuerzos actuales incluye trabajar por la "justicia restaurativa". En las cárceles, en nuestras escuelas, estamos estableciendo círculos de paz. Otro esfuerzo es trabajar con nuestro condado para restaurar un programa de liberación anticipada para personas encarceladas no violentas, que se abandonó en 2005 debido a recortes presupuestarios. Con la ayuda del alguacil, el ejecutivo del condado y el alcalde, hemos tenido dos grandes reuniones públicas, que incluyeron de 400 a 500 personas. Nuestra organización en este tema ha sido un gran éxito, y nuestros esfuerzos están produciendo un cambio.
Durante los últimos 15 años, VOICE-Buffalo ha pasado por bastantes transiciones. El aumento de nuestra membresía en los últimos 2-3 años trabajando con algunas de las iglesias del lado este de Buffalo, que es predominantemente afroamericano, ha aumentado nuestra membresía con al menos 20 nuevas congregaciones.
Estos grupos han estado trabajando con la juventud y en contra de la violencia juvenil. Entonces, hemos estado involucrados en ayudarles a organizar y a recaudar fondos. Además hemos estado trabajando con un grupo llamado "peacemakers". Todo tiene que ver con estar disponible y ayudar a las congregaciones a capacitar a las personas para llegar a los jóvenes en riesgo.
¿En que está trabajando actualmente?
Uno de los grandes proyectos se desarrollar nuevas relaciones con iglesias católicas e iglesias episcopales (en especial con las iglesias episcopales). Encontramos que su nuevo obispo está muy interesado en involucrar a sus iglesias en temas relacionados a la justicia social, y hacer que los pastores y los laicos pasen por capacitación con Voice-Buffalo y la capacitación nacional de Gamaliel.
Otra actividad actual de Voice-Buffalo es el desarrollo de nuevos contratos y llegar a cuantas congregaciones de iglesias independientes como sea posible, con la esperanza de tener por los menos 60 congregaciones nuevas unirse a nosotros antes del fin del año.
Otro asunto es nuestra participación en el sistema de escuelas públicas de Buffalo. Estamos tratando de abordar problemas graves, como los bajos niveles de graduación y las altas tasas de deserción de los estudiantes. Con los posibles cierres de preparatorias, nuestro organizador asistente ha estado ayudando a organizar a los padres en varias escuelas para ayudarlos a participar más en la planificación del futuro de sus escuelas para que la junta escolar sepa cuáles son los deseos de los padres.
¿Tiene una meta por la que está trabajando para 2015?
Hace algunos años trabajábamos por un mayor desarrollo económico en nuestro condado. Vamos a revisar algunas de esas ideas trabajando con el ejecutivo del condado para promover empleos y oportunidades laborales en el área, y también trabajando con algunas de las organizaciones sociales, sindicatos, desarrolladores y políticos para promover estas ideas. Gran parte del esfuerzo tiene que ver con crear un buen ambiente de cooperación.
¿Cómo alcanzó su posición de liderazgo dentro de Gamaliel?
En la década de 1970, me capacité con la Fundación de Áreas Industriales y eso me dio mi primera conciencia de lo que se puede lograr organizando. Entonces, cuando comenzó VOICE-Buffalo, quería participar. Entonces, he tenido interés en organizar durante mucho tiempo.
¿Cómo quiere que la gente lo vea como organizador?
Tenemos un grupo central muy fuerte en nuestra parroquia; y para mí es simplemente compartir con la gente una visión para una comunidad mejor, una visión para un mañana mejor. Cuando compartas esa visión de lo que se puede mejorar, de eso se trata la organización. Invitemos a la gente a analizar los problemas. Veamos cómo podemos mejorar las situaciones negativas. Reunirse con todo tipo de personas y hablar y escuchar a las personas, capacitar y enseñar a las personas a hacer lo mismo a través del proceso uno a uno brinda un gran liderazgo en nuestras comunidades. Me gusta estar involucrado con eso. Animo a que todos pasen por la capacitacióm nacional para que podamos construir una nueva generación de líderes para llevar el balón. Creo que es lo mismo en cualquier comunidad esclesial.
Así que trato de animar a los pastores a que vean los beneficios de tener un liderazgo sólido en sus congregaciones y ayudar a las personas a encontrar sus talentos y habilidades ocultos, y su poder para cambiar las cosas. Esa es en realidad la parte emocionante de la organización: brindar oportunidades a las personas para que realmente se presenten y se involucren.
¿Cómo ha inspirado su fe su liderazgo?
Siendo clérigo durante 47 años, mi vida desde principios de la década de 1960 ha estado muy involucrada en vivir mi fe. Saber lo que significa construir el Reino de Dios y cómo debería ser el Reino de Dios. Tengo un gran respeto por todas las comunidades que quieren crecer para tener una mayor compasión, amabilidad y amor al acercarse a los demás. Ciertamente, trabajar por la justicia para los marginados de la sociedad o los pobres fortalece mi propia fe.
Las poderosas palabras de las Escrituras y las enseñanzas de Jesús me han motivado a lo largo de mi vida a ser un hombre para los demás. Y como puede ver, a los 71 años, todavía tengo un gran deseo de hacer todo lo que pueda para construir el reino de Dios.